martes, 7 de septiembre de 2010

Una edad para...

soñar, ilusionarse, inventar, bailar, correr, trepar, cantar al viento, reír a carcajadas, jugar, jugar y jugar!!

Mirando a mis hijos veo lo rápido que ha pasado el tiempo. A veces medio en broma medio en serio pregunto "donde he estado estos últimos años??", quiero decir como puede ser que de un momento a otro pasen tantas cosas!! Aprenden a hablar, a caminar, a correr, a hablar más y mejor, a comer solos, a ir en bicicleta, a columpiarse solos, a nadar y puf ya tienen 5 o más años!!





Esta es una reflexión en mi ratito de soledad nocturna pero llevo desde el año pasado pensando que quizás debería frenar un poco, vivir más lento, disfrutar más del momento presente..y eso es díficil y complicado aunque no lo parezca. No es que sea el tipo de persona que tiene mil compromisos ni que nuestro estilo familiar sea desenfrenado pero a raíz de muchas lecturas me doy cuenta que es fácil verse envuelto en la espiral de vivir demasiado rápido sin saborear el momento.
Las ganas; tenemos ganas de que llegue el sábado para estar en fín de semana, para tener a papá en casa, tenemos ganas de que sea otoño, invierno o primavera que más da, cuando nuestros hijos son pequeños tenemos ganas del primer balbuceo, de ver sus primeros pasos y un largo etc....y eso a veces nos hace perdernos ese momento, ese preciso instante , ese minuto que no es del primer paso pero es igual de importante.





Desde hace algún tiempo, mejor dicho desde hace 3 meses esa idea de disfrutar del momento está más presente en mi mente. Perdí a la mujer más importante en mi vida de un día para otro y eso te hace replantearte de otra manera el disfrute de tu tiempo para contigo y con las personas importantes en tu vida.

En educación a veces nos dejamos "turbar" por ilusiones que nos infunde esa espiral de vida rápida. Toda cosa con la etiqueta "didáctica" o "educativo" parece llamarnos la atención. Cuando empiezan el cole todo parece una maratón a ver quién se sabe antes los colores o las formas. Y cuando te decides por un sendero diferente como es el homeschooling la sola idea de no estar haciendo o enseñando lo suficiente nos aterra. O puede que solo me pasara a mi....




Entonces pasa el tiempo y ganamos en confianza. Estamos más seguros de lo que hacemos y aprendemos a respetar los ritmos de nuestros hijos que, al fín y al cabo, quién sino lo hará. Dentro de ese "respetar los ritmos" hay muchas vertientes, desde los más atrevidos que dejan que el conocimiento surja solo ( y lo hace!!!) y los más "recatados" por decirlo de una manera que vamos acompañando y proponiendo  al tiempo que vemos a nuestro hijo preparado.
Pero también he aprendido una cosa a lo largo de estos años, estar preparado de mente a veces no significa estar preparado emocionalmente para recibir un conocimiento. Hay que saber esperar al buen momento, igual que cuando recojes un fruto maduro, tiene que ser justo en el momento oportuno sino no dará todo su sabor.




Estar en casa con mis hijos me ha proporcionado la oportunidad única de observar el fascinante mundo de la infancia de más cerca que nunca. Me ha dado infinitas alegrías, algunos enfados y desilusiones también pero no por ellos ( bueno a veces hay que cargarse de paciencia...) sino porque hay que aprender a saber esperar, saber escuchar, saber hablar, es un gran reto!!

Pero he aceptado este reto y quiero saborear cada momento. Por eso me he propuesto relajar más nuestro homeschooling, dejando que ellos me guíen sobre lo que están o no están preparados para aprender. Puede que deje pasar la gran oportunidad de enseñar ecuaciones a mis pequeños  ( una pequeña broma ...!!) pero creo que sobreviviré!
Además siempre me he dejado guiar en mayor o menor medida ...pero  a veces mis cálculos eran algo inciertos...
Cuando conocí la pedagogía Montessori me quedé fascinada, y aún lo sigo en cierta manera, pero introducidos en mi casa algunos de sus conceptos no cuadraron. Entonces descubrí varias pedagogías más, algunas más convencionales y otras más alternativas pero todas ellas interesantes. Me quedé con Steiner y su pedagogía Waldorf. Su integración en mi casa se hizo de maravilla y pudimos dejar cosas, actividades que veníamos haciendo y que nos gustaban sin que eso fuera un problema; intengrando un poquito de cada pedagogía que nos gustaba, lapedagogía patchwork la llamo yo. Leí mucho, muchísimo y aprendí sobre otro modo de ver la infancia.  Y ese otro modo es el que hoy me mueve a escribir esto, porque quiero preservar estos pensamientos.

Veo a mis hijos y aprenden muchas cosas,son dueños de su propio aprendizaje y ya deciden como quieren aprender, preguntan sobre  infinidad de curiosidades que tienen pero lo que más disfrutan es pintar, dibujar, moldear, sus trabajos manuales de coser, tejer etc..ah  y jugar. Así que espero acertar este año al poner un poquito el freno y avanzar lento pero seguro!!

10 comentarios:

  1. Moltes gràcies, Sylvia, per aquesta reflexió... A mi a vegades també em costa frenar i no deixar-me endur pel ritme del voltant... Estem aprenent tots!!
    Una abraçada molt forta!

    ResponderEliminar
  2. Que reflexiva ayer noche!! Muy buena reflexión.Las fotos son chulisimas, como crecen!!!!Besos

    ResponderEliminar
  3. Qué buenos pensamientos, Sylvia. Los comparto y me gustaría poder aplicarlos en el día a día.

    1beso.

    ResponderEliminar
  4. Gracias Sylvia por esta entrada tan bonita. Pues cuando crecen los niños aún más, no te digo lo que cuesta de frenar.

    ResponderEliminar
  5. Felicidades, todas sentimos ese miedo, que bueno que sepas escuchar y te permitas aprender más.

    ResponderEliminar
  6. No se los demás, pero yo te iba leyendo com media sonrisa en los labios y un asomo de lagrimillas en los ojos.
    Gracias y suerte!

    ResponderEliminar
  7. Bravo, bravo, tocaya...estoy tan tan de acuerdo contigo. Esto es lo que necesitaba leer esta mañana, y que curioso, pero lo que te ha rondado la cabeza me la ha rondado a mí también.
    El mismito día que lanzo una website de recursos en mi casa me relajo. Esto es mi proyecto, me gusta compartir, dar opciones, pero si me preguntan, como tú mi afán es tener la FE para saber que mis hijas son curiosas y ellas han aprendido tanto sin yo "hacer nada en particular" o darme cuenta.
    Brindo por tí y tus hijos, porque disfrutéis mucho y viváis plenamente aprendiendo y gozando.
    Muchos besos
    (escribiendo de mi madre pensé en la tuya...pero tienes a tu padre, disfrútalo, sé que lo haces) muac

    ResponderEliminar
  8. Silvia, te doy las gracias yo también por esta reflexión tan valiosa y entrañable. A mí me ha pasado como a Sabrina: medio sonriendo y casi llorando, y un poco también con la piel de gallina =).
    Que seáis muy felices todos en esta nueva etapa. Besos.

    ResponderEliminar
  9. Sylvia, no lo creerás, pero he venido a leer esto una y otra vez. Es que yo veo lo mismo. Si empujo un poco, se me frenan, si las dejo a su libre albedrío, me sorprenden con más de lo que puedo soñar. Según escribo, las dos están dibujando, escribiendo una tarjeta para un cumpleaños que tenemos mañana, y veo que aprenden mucho no convencionalmente, y yo soy muy convencional y me asusto porque como dices te entran esos miedos de no estar haciendo suficiente...vaya, que veo que no soy la única y me animo.

    ResponderEliminar
  10. Muchas gracias a todas!! Me gusta saber que los pensamientos de mi soledad noscturna pueden ser opiniones compartidas.

    Tocayita, puedes venir a leer las veces que necesites, muchas veces algunas de tus entradas en el blog me han animado a mi también.

    Un abrazo a todas!

    ResponderEliminar