También hemos visitado la sagrada familia de Barcelona. Es imprersionante, no había estado nunca ( y mira que vivimos cerca) y la verdad que ha merecido la pena. Fue una tarde muy agradable a pesar de la gente, a los niños les encantó ver los ventanales de colores y las torres tan altas. Y los padres quedamos maravillados con ese estilo de arquitectura.
También hemos descansado en casa, hemos leído muchos cuentos, algunos días hemos hecho pequeños proyectos y actividades y todos juntos estamos planeando la próxima "vuelta al cole".
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